Como
hace un año, Santiago se volvió a llenar en defensa de la sanidad
pública. Miles de personas –incluso más que hace doce meses–
han ocupado este sábado las calles compostelanas acudiendo a la
llamada de SOS Sanidade Pública en una marcha «contra el deterioro»
del sistema sanitario gallego. Lo han hecho en una movilización
apoyada por toda la oposición, que ha vuelto a hilar un
discurso unánime contra la gestión de Núñez Feijóo, a quien
el conflicto sanitario se le ha vuelto a echar masivamente a la
calle a poco de unas elecciones autonómicas.
Con el cierre del paritorio de Verín y su posterior reapertura todavía muy vigente, fue ese conflicto uno de los protagonistas en las pancartas y manifiestos. «Rubial dimision», en referencia al gerente del Servicio Gallego de Salud (Sergas) en el área ourensana, «Feijóo dimisión» o «Feijóo, ruin, no vuelvas por Verín» han sido algunas de las consignas en una marcha que ha mostrado una indignación por el deterioro de la atención sanitaria en los últimos años, común en muchas comarcas de Galicia. «Zas sin recortes en pediatría», «En defensa de la sanidad pública de A Mariña» o carteles por la atención en O Piornedo se han visto por las calles de Santiago, donde se han juntado jóvenes, mayores y familias.
Con el cierre del paritorio de Verín y su posterior reapertura todavía muy vigente, fue ese conflicto uno de los protagonistas en las pancartas y manifiestos. «Rubial dimision», en referencia al gerente del Servicio Gallego de Salud (Sergas) en el área ourensana, «Feijóo dimisión» o «Feijóo, ruin, no vuelvas por Verín» han sido algunas de las consignas en una marcha que ha mostrado una indignación por el deterioro de la atención sanitaria en los últimos años, común en muchas comarcas de Galicia. «Zas sin recortes en pediatría», «En defensa de la sanidad pública de A Mariña» o carteles por la atención en O Piornedo se han visto por las calles de Santiago, donde se han juntado jóvenes, mayores y familias.
«Contra
el desmantelamiento de la sanidad pública gallega», rezaba la
pancarta tras la que se colocaron líderes o figuras relevantes de
los partidos de la oposición y de los principales sindicatos
gallegos en una marcha apoyada por montones de colectivos sociales,
ciudadanos y en defensa del sistema sanitario. Todo marcado por un
conflicto permanente, con las denuncias de los defectos en la
atención pediátrica, de la precariedad del personal, de la falta de
recursos o de la saturación de las Urgencias más vivas que nunca y,
sobre todo, impulsado por el cierre del paritorio de Verín, con
alusiones constantes en toda la manifestación, y la desatención
acentuada fuera de las áreas urbanas. «La gente del rural también
tenemos derechos», se ha clamado varias veces.
En una
plaza de la Quintana desbordada a pesar de la lluvia, en la
lectura del manifiesto final, los organizadores advirtieron de que la
«gran manifestación» de este domingo «debe ser el comienzo de una
movilización continuada que conduzca a un cambio de gobierno, sin la
cual la sanidad pública gallega está condenada al deterioro y
posterior desaparición».
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